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Jamones serranos al por mayor

Razones para no olvidar el jamón ibérico de Guijuelo en verano

Y para que no se te olvide, te recordamos por qué el jamón ibérico debe ser tu compañero inseparable durante las vacaciones, y por qué no debes temerlo a la hora de lucir en la playa tu nuevo bañador.

1. El bocata piscinero.

Cuando tienes que preparar la bolsa o la mochila para pasar el día en la piscina procuras llevar lo mínimo imprescindible. Por un lado, para no ir cargado y, por otro, porque da pereza —y un poco de vergüenza, todo hay que decirlo— desplegar un campamento digno de cualquier operación militar.

Por eso, además de la toalla, el protector solar, las gafas de sol y algún libro… casi siempre optas por llevarte dinero, para comprar algo en cualquier lado a la hora de comer. Si quieres ahorrar y comer rápido y sano, ¿qué mejor opción que un bocata de jamón ibérico de Guijuelo? Puedes utilizar pan integral o cualquier otra variante y acompañarlo con tomate o tomarlo solo. Un clásico que nunca pasa de moda.

2. Las cervezas en la terraza.

Si hay una actividad típica del verano esa es la de socializar en una terracita, aprovechando el buen clima y refrescándonos con alguna bebida bien fría. Ya sabes que unas cervezas con amigos son la mejor forma de estrechar los lazos y, además, pasar una buena velada charlando, viendo a la gente pasar o dedicándonos al dolce far niente, que para algo es verano, ¿no?

Pero las cervezas hay que “pasarlas” con algo. Aunque los encurtidos, las patatas fritas y los frutos secos están fenomenal, la cerveza siempre, siempre sabrá mejor si acompaña a una ración de jamón ibérico de Guijuelo. Además, es una buena forma de tomar una cena ligera y ahorrarte cocinar al llegar a casa.

3. Chiringuitos de playa nivel ‘Top’.

Si eres de los que, en la playa, pasa más tiempo en el chiringuito que en el agua sabrás que los hay de todos los niveles y que, lo que marca la diferencia entre un chiringuito “de primera división” y otro más normalito es, por una parte, la calidad de la cerveza que se sirve y lo fría que esté. Por otra parte, la variedad, calidad y originalidad de lo que se puede comer puede provocar que haya codazos en la barra y luchas sin cuartel.

Y no solamente unas gigantescas y frescas gambas a la plancha pueden ser bandera de éxito. Si en el chiringuito en cuestión sirven raciones de jamón ibérico de Guijuelo para acompañar la bebida… sabrás que has encontrado tu lugar en el mundo.

4. Ensaladas con carácter.

Con el calor apetece comer cosas ligeras y frescas. Además, nos preocupamos más por no subir demasiado de peso, para poder introducir nuestro cuerpo serrano en el bañador del año anterior y “lucir palmito”. Por eso, las ensaladas son las reinas de la gastronomía estival. La principal ventaja de las ensaladas es que no hay que cocinar nada y casi todos los ingredientes se toman en crudo. También es muy positivo que admita cualquier combinación de elementos.

Si, además de frutas, legumbres, hojas verdes y verduras añades jamón ibérico de Guijuelo a tu ensalada —con moderación, como es lógico— tendrás ante ti un plato bajo en grasas, original, nutritivo, rápido de preparar y espectacular, a la hora de consumir. Recuerda que la grasa del jamón ibérico de bellota contribuye al aumento del “colesterol bueno”.

5. Picnic improvisado.

A lo mejor no te gusta demasiado la playa y prefieres los aires de montaña. Mucha gente huye de las masificaciones de la costa y la sobredosis de arena. Para los amantes de la naturaleza y el aroma de los pinos no hay nada más gratificante que pasar un día entero en la montaña, con una buena cesta de picnic cerca, para disfrutar de la brisa y el canto de los pajarillos.

Como bien sabes, el jamón ibérico de Guijuelo cabe en cualquier sitio, porque puedes adquirirlo loncheado y envasado al vacío. El mejor compañero posible para una tortilla de patata y una tabla de quesos. ¿Quién se negaría a un picnic como ese? Nadie, claro.

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